La verdad se abre paso
Al final del día, los medios insistieron en el tiempo que duró el interrogatorio a Eliane Karp, pero tampoco en esto hubo acuerdo. 11 horas dijeron algunos. 10 horas, afirmaron otros. En realidad, fueron 6 horas de preguntas y respuestas y poco más de cuatro de revisión, corrección y precisión del acta de la declaración.
Pero las distorsiones en los medios continúan. No fue tirante, melodramático, novelesco. Fue un proceso riguroso, profesional, acucioso como lo ha calificado la propia ex primera dama, pero respetuoso.
Con estas declaraciones, las cosas empiezan a ponerse en su sitio. A Eliane se le pidió identificar proyectos inmobiliarios de inversión para el empresario Maiman.
Vio muchas posibilidades y al final se escogió la casa de Las Casuarinas y la oficina en el edificio Omega. Dos bienes altamente rentables.
Para cumplir con este propósito, Eliane visitó diversas propiedades y analizó su potencial de rentabilidad. No negoció precios, ni participó en las operaciones financieras.
Le preguntaron a Eliane como juzgaba si una inversión era rentable, a lo que ella respondió que usaba el método económico de costo/beneficio y el valor de rentabilidad a futuro.
Explicó también que otras posibilidades de inversión -como en el sector agroindustrial, por ejemplo- son más bien de maduración lenta, mientras que el inmobiliario es de rentabilidad inmediata con menores inversiones necesarias para su puesta en valor.
Los hechos demuestran que desde el punto de vista económico, el análisis y las recomendaciones sobre los bienes a comprar fueron correctos. Debido al buen momento inmobiliario que atraviesa el Perú, estas inversiones ya tuvieron una rentabilidad de aproximadamente 15 % y siguen subiendo.
En este punto es preciso distinguir entre la identificación de un proyecto potencial y su financiamiento, y obviamente la propiedad. Son cosas completamente diferentes y pasos sucesivos. Identificar un proyecto no significa ser propietario.
Otra de los aspectos que se aclaró en la presentación de ayer fue el supuesto pago de las tarjetas de crédito de Eliane Karp con plata de Ecoteva. Esta información no es verdad. Eliane no tiene tarjetas de crédito con Scotiabank. Y las tarjetas de crédito que ha usado las ha pagado con sus propios recursos.
Respecto al origen de los fondos y a la licitud de las operaciones –el quid central de la investigación por lavado de activos–, como sostiene la defensa legal, está claro que tanto los fondos de Costa Rica como su origen en Suiza son exclusivamente del Sr. Maiman. Esa es la verdad que se está abriendo paso con documentos.